Se viven tiempos difíciles en nuestro país y en el resto del mundo, la violencia esta latente y al acecho en cada rincón, y no sólo la violencia física que es la que más conocemos.
En estos momentos se manifiesta de modos más crueles, vale el ejemplo de gobiernos de diferentes latitudes que no tienen en cuenta a muchos niños y ancianos que ante la imposibilidad física de procurase alimento mueren de hambre ante la mirada indiferente de los que gobiernan y deben cuidar de ellos.
Es muy fácil explicarse sobre violencia física, como por ejemplo las canchas de fútbol o las discusiones de tránsito que muchas veces por pequeños conflictos terminan a los tiros, pero creemos que debemos ocuparnos del otro tipo de violencia, el silencioso y cruel abandono de los débiles e imposibilitados, liberados a su suerte sin poder defenderse.
Intentemos cambiar eso, podemos, nosotros somos los gobernantes del futuro, y como dice León Gieco, que la guerra ni el sufrimiento nos sean indiferentes.
